Hace ya unos años que las toallitas húmedas están a la cabeza como causantes de atoros en nuestras redes de saneamiento, en Sitio de Calahonda también tenemos ese problema, desde aquí queremos llamar la atención sobre estas prácticas tan comunes y que tanto daño están haciendo.
Las toallitas húmedas de un solo uso pueden ser una alternativa cómoda y eficaz para muchas actividades, principalmente para la higiene de los bebés, pero también hay toallitas desmaquillantes, para higiene íntima, incluso para la limpieza del hogar… Cada vez recurrimos más a ellas, y ese es un grave error, porque estas toallitas tienen su lado oscuro: su impacto en el medio ambiente es muy grande.
Hace unos años que saltaron las alarmas en todo el mundo: toneladas de toallitas tiradas al váter se acumulaban, atascando desagües y alcantarillas, entorpeciendo el funcionamiento de las depuradoras y acababan en el mar: el resultado, enormes pérdidas económicas, grandes daños al entorno… y muchos problemas a usuarios que se encuentran con las toallitas húmedas son de usar y tirar, pero aunque te cuenten que son desechables, cuidado: no se pueden tirar al inodoro, no se disgregan ni son biodegradables, y su impacto medioambiental es muy elevado.
En resumen, todas son de usar y tirar, claro, pero ninguna es desechable por el inodoro, ni siquiera las que se anuncian como papel higiénico húmedo, ¡no la tires nunca al váter!
Blancas, suaves, perfumadas, sí… pero estas toallitas son un grave peligro para el medio ambiente.